Como una de las asesorías jurídicas de Bilbao queremos dedicar las siguientes líneas a repasar los pasos que hay que dar para conseguir la incapacidad civil de un familiar, una medida que sólo puede adoptar un juez y que restringe la capacidad de obrar de la persona.  

Algunas enfermedades crónicas (físicas o psíquicas) hacen que una persona no pueda gobernarse por sí misma. Para que no actúe en perjuicio propio, de su patrimonio y de los demás se puede recurrir a esta vía que hoy nos ocupa. En el Grupo Loira te recordamos que en España hay tres figuras de protección para estas personas: tutela, curatela (incapacitación parcial) y el nombramiento de un defensor judicial. Hay que recordar aquí que aunque todo individuo desde su nacimiento es titular de derechos, no es hasta la mayoría de edad cuando se le considera capaz de gobernar sus propios asuntos. Sin embargo, no todos pueden, en el caso de que padezcan, por ejemplo, alguna enfermedad mental o demencia senil. Por eso,  cuando la incapacidad es obvia y manifiesta, ha de intervenir un juez. El proceso de incapacitación judicial tiene que ser promovido por los familiares para nombrar un tutor o un curador que vele por el afectado. Esta incapacitación puede ser total o parcial.

Esta figura legal aparece regulada en el Código Civil. Requiere hacer un examen exhaustivo de las pruebas para que el juez pueda determinar, si procede, la incapacidad de una persona. Como una de las asesorías jurídicas de Bilbao no nos podemos olvidar de recordarte que, para el trámite, son necesarias pruebas documentales adicionales y un examen médico de un psiquiatra o neurólogo antes de emitir un informe de incapacidad.